viernes, julio 14, 2006

Biodiesel en Chile

Un equipo multidisciplinario de la Facultad de Ingeniería, Ciencias y Administración de la Universidad de La Frontera elaboró un biocombustible que en el futuro podría aminorar los problemas de suministro de crudo y contaminación ambiental. Las pruebas de laboratorio se han finalizado y probado con éxito en automóviles con motor petrolero. La innovación se denomina Biodiesel y posee la característica de ser obtenido del aceite de plantas de raps cultivadas en la IX Región. La SOFO y la empresa Molino Gorbea con materia prima son las instituciones que apoyan el proyecto cuya finalidad es aportar al desarrollo de la zona y el país, considerando la situación actual respecto a la importación del crudo. "Estamos tratando de proveer un combustible generado en la región para que no sea necesario importar, lo que nos da un soporte para las demandas energéticas de La Araucanía", explicó el director del proyecto y académico del Departamento de Ingeniería Mecánica, Robinson Betancourt. Las expectativas aumentan debido a que la literatura nacional indica que en este momento existen unas 16 mil hectáreas de raps cultivadas en el país, con un potencial que podría llegar a 90 mil más, "es decir, podríamos disponer de mucho más aceite para producir el biodiesel y suministrar combustible para uso urbano, esto es, automóviles con motor petrolero y calderas", agrega el académico. El Proceso El biodiesel se elabora mediante transesterificación, un proceso químico que cambia las características del aceite de raps para transformarlo en biocombustible. El académico Rodrigo Navia, del Departamento de Ingeniería Química explica que el biodiesel se produce adicionando al aceite metanol e hidróxido de sodio, lo que requiere un trabajo de ingeniería preciso y riguroso. El resultado es un combustible sin azufre y, por lo tanto, mucho más amigable con el medioambiente. Lo interesante es que en automóviles petroleros el biodiesel se usa directamente sin requerir ningún arreglo de motor, eso si -advirtió el académico Betancourt- no funciona en motores de gasolina. El equipo de investigadores de la casa de estudios se encuentra en plena etapa de producción del combustible, sin embargo aún queda mucho trabajo porque el objetivo final del proyecto es optimizar el biodiesel, es decir, lograr un producto de precio accesible para las personas y que además cumpla con las normas de estandarización de calidad del biodiesel. "Para ello estamos utilizando como referencia las normas europeas que son las que se aplican al aceite de raps", especificó el director del proyecto. Aunque mecánicamente no se vislumbran problemas para introducir este combustible al mercado, ahora comienza una etapa de seguimiento que persigue confirmar lo que ocurre en el proceso final del producto. Se realizará un estudio para determinar a largo plazo los efectos del biodiesel en los motores convencionales. ¿Y los costos? Ciertamente esta innovación es un aporte interesante a la contingencia nacional del desarrollo, lo que falta es definir los costos de producción, y por lo tanto, si el precio de este combustible repercutiría positivamente en el bolsillo de los chilenos. Lo que se ha resuelto hasta ahora corresponde a niveles de laboratorio y planta piloto, no a un proceso industrializado. Sin embargo, los trabajos europeos acerca del biodiesel demuestran que los valores están cercanos a los de un litro de petróleo diesel. "Esto porque los gobiernos han tomado la decisión de no aplicar el impuesto a este combustible, ya que se toma como un recurso renovable. Al quedar libre de impuesto se hace competitivo con el otro producto", dijo el académico que estuvo tres años trabajando este tema en Europa. El ideal, aseguró, es que suceda lo mismo en Chile, que exista una decisión política del gobierno para no afectar de impuesto del biocombustible y de esta forma sea posible que conductores y quienes utilicen calderas, usen este producto regional y amigable con el medio ambiente a un buen precio. Fuente: Universidad de La Frontera / SF / FOM.